Cómo preparar un espresso perfecto paso a paso
El espresso es mucho más que un simple café: es la base de muchas de las bebidas que se disfrutan a diario en cafeterías, restaurantes y hogares. Lograr un espresso de calidad requiere técnica, precisión y un buen producto de partida.
En Cafés Arume, con más de 20 años de experiencia al lado de la hostelería en Galicia y Castilla y León, (y a partir de ahora a través de nuestra web en toda España y Portugal) sabemos que cada detalle cuenta para que la taza final transmita el aroma, la textura y la intensidad que caracterizan a un café bien hecho.
La importancia del espresso.
El espresso nació en Italia a principios del siglo XX y rápidamente se convirtió en un icono de la cultura del café. Hoy, es una referencia indispensable en cafeterías y restaurantes de todo el mundo.
Para los profesionales de la hostelería, dominar el espresso significa ofrecer a sus clientes una experiencia de calidad y, al mismo tiempo, marcar la diferencia en un mercado cada vez más competitivo.
Pasos para preparar un espresso perfecto
1. Selección del grano
Todo buen espresso comienza con un café de calidad. En Cafés Arume trabajamos con café 100% natural, seleccionando orígenes que garantizan un equilibrio perfecto entre aroma, cuerpo e intensidad.
2. La molienda adecuada
La molienda debe ser fina y uniforme. Si es demasiado gruesa, el café saldrá aguado; si es demasiado fina, resultará amargo. Ajustar la molienda al punto exacto es clave para una extracción correcta.
3. Dosis y prensado
La medida estándar para un espresso está entre 7 y 9 gramos de café. Una vez dosificada, la molienda debe prensarse de manera uniforme para que el agua fluya de forma equilibrada y extraiga todos los matices del grano.
4. Tiempo y presión de extracción
Un espresso ideal tarda entre 25 y 30 segundos en prepararse, con una presión de 9 bares aproximadamente. El resultado debe ser una bebida llena de matices, de unos 25-30 ml, coronada por una crema densa y uniforme.
Errores comunes y cómo evitarlos
– Moler demasiado o demasiado poco: genera cafés aguados o amargos.
– No limpiar el portafiltros: restos de café alteran el sabor.
– Temperatura inadecuada del agua: afecta directamente a la extracción.
– Usar café de baja calidad: ningún proceso compensa un mal producto.
El espresso perfecto es la suma de un buen café, una técnica cuidada y una práctica constante. En Cafés Arume creemos que cada taza debe ser una experiencia única, tanto para el profesional que la prepara como para el cliente que la disfruta.